La Mente y la No-Mente Ramiro Calle De la misma forma que para lavarnos las manos necesitamos las dos, para nuestro progreso interior necesitamos las dos mentes. La mente ordinaria es la que piensa o se deja pensar, la que se agita, la que se va al pasado o al futuro, la que también analiza y a veces razona, y a veces utiliza –raramente- la reflexión consciente y voluntaria. Es la mente del pasado y la mente que se proyecta al futuro; es la mente de las ideas o los conceptos, las abstracciones, las especulaciones y elucubraciones, es la mente que raramente para, es la mente que siempre está en un dinamismo febril. Esa es la mente que, a veces, es una verdadera –haciendo un juego de palabras- mentira, un fraude y un fiasco, que ahora te puede decir una cosa y luego otra y así sucesivamente. De esa mente, que es como un movimiento continuo de ideas y conceptos, y etiquetas y palabras y comparaciones y mediciones, de esa mente hay algo que si se puede aprovechar en la búsqueda