LA IMPORTANCIA DE LA POSTURA.
AUTORREGULACIÓN: CABEZA- NUCA- CUELLO
Cabeza viene de “testa”, maceta y también de “Caput”, jefe.
Es decir la cabeza es un contenedor protector y un guía: - La cabeza es la que ha guiado nuestro ascenso a la vertical. En los mamíferos la cabeza es la que guía los sentidos: alimentarse, buscar, detectar, reconocer…
La cabeza guía nuestro movimiento desde lo alto del tronco. Un “guía” tiene que saber a dónde ir,
tiene que tener una verdadera intención y comprender las ventajas de cada dirección u orientación. La cabeza se apoya en la motricidad y los sentidos y debe aportarnos lo mejor de su potencial y mantenernos despiertos. La cabeza es el director del eje “CIELO-TIERRA”: La verticalidad es un equilibrio inestable y nos define como algo dinámico y no estático. Se trata de equilibrar las diferentes fuerzas que ejercen sobre nosotros. No es que la cabeza esté sostenida por los hombros sino que existe un juego de relaciones y equilibrios. Si la cabeza no se puede sostener bien en la verticalidad, la percepción global de nuestro cuerpo y de nuestros ejes no será correcta. La cabeza es el elemento más superior y los elementos superiores influencian a los inferiores por estar suspendidos de ellos, lo mismo que los inferiores condicionan a los superiores que se van apoyando sobre ellos. La cabeza influenciará en todas las líneas gravitacionales del cuerpo.
Los huesos de la pelvis son: iliacos, sacro, articulación de las caderas y las dos últimas lumbares.
Las articulaciones de la pelvis son: sacroilíacas, caderas, sacro-L5-L4 y la sínfisis púbica.
En la cabeza tenemos el hueso hiodes que está suspendido y sujeto por músculos y que no se articula y tenemos más abajo el esternón. Se relacionan con la sínfisis púbica.
El único hueso que cruza en sentido horizontal es la mandíbula, que termina en las articulaciones ATM (articulación entre el hueso temporal y la mandíbula). Estas articulaciones se relacionan con las caderas. Por detrás, el sacro se relaciona con el occipital. Y los huesos ilíacos, con los huesos temporales de la cabeza.
Las meninges son los tejidos que envuelven el tejido nervioso central y son inelásticas, por lo tanto, cualquier fuerza que hay en uno de sus extremos se transmite al otro extremo.
Esto me lleva a la relación pelvis - cuello – cabeza: Si muevo el sacro, muevo el occipital, cuando abro las mandíbulas muevo las caderas y cuando muevo la cara, muevo los iliacos.
Sólo puedo llevar peso en la cabeza si muevo las caderas.
Generalmente, problemas en las rodillas y caderas tienen que ver con problemas en las mandíbulas. La salud del cuello depende mucho de la salud de la pelvis y de cómo mueva las caderas.
La vida sedentaria pone la pelvis en retroversión haciéndome perder la lordosis lumbar, es el gesto del plof. Con este gesto del plof, se contrae el cuello para compensar y se hunden mis hombros.
Para establecer la buena relación cabeza - sacro, necesitamos liberar cada segmento entre ambos puntos, hacerlos funcionales, autónomos y coordinarlos ente sí.
Fuentes: CARMELA VALERO
AUTORREGULACIÓN: CABEZA- NUCA- CUELLO
LA CABEZA COMO DIRECTOR DE ORQUESTA:
La liberación de los brazos produjo un cambio, un nuevo equilibrio de fuerzas y de relaciones entre la cabeza, la caja torácica y la pelvis. Hubo que rediseñar la columna con la aparición de las curvas y dirigir la cabeza hacia el cielo.Cabeza viene de “testa”, maceta y también de “Caput”, jefe.
Es decir la cabeza es un contenedor protector y un guía: - La cabeza es la que ha guiado nuestro ascenso a la vertical. En los mamíferos la cabeza es la que guía los sentidos: alimentarse, buscar, detectar, reconocer…
La cabeza guía nuestro movimiento desde lo alto del tronco. Un “guía” tiene que saber a dónde ir,
tiene que tener una verdadera intención y comprender las ventajas de cada dirección u orientación. La cabeza se apoya en la motricidad y los sentidos y debe aportarnos lo mejor de su potencial y mantenernos despiertos. La cabeza es el director del eje “CIELO-TIERRA”: La verticalidad es un equilibrio inestable y nos define como algo dinámico y no estático. Se trata de equilibrar las diferentes fuerzas que ejercen sobre nosotros. No es que la cabeza esté sostenida por los hombros sino que existe un juego de relaciones y equilibrios. Si la cabeza no se puede sostener bien en la verticalidad, la percepción global de nuestro cuerpo y de nuestros ejes no será correcta. La cabeza es el elemento más superior y los elementos superiores influencian a los inferiores por estar suspendidos de ellos, lo mismo que los inferiores condicionan a los superiores que se van apoyando sobre ellos. La cabeza influenciará en todas las líneas gravitacionales del cuerpo.
RELACIÓN CABEZA- PIE.
La posición de la cabeza depende de los apoyos de los pies y del estado funcional de los arcos plantares, y como desde los pies el cuerpo se estructura hasta llegar a la cabeza. Esto nos dice que los desequilibrios de la cabeza respecto al resto del cuerpo son secundarios y son consecuencia de desequilibrios de segmentos corporales inferiores. El cuello y la cabeza son adaptadores a los desequilibrios de los apoyos del cuerpo. Los problemas de cuello son problemas de adaptación. Tengo que ajustar los pies para que la cabeza pueda encontrar el equilibrio. Pero está también muy estudiado como desequilibrios en las estructuras de la cabeza y nuca son mecanismos de lesión o tensión primarios, y pueden crear una cascada de compensaciones en dirección hacia los pies. Estos desequilibrios se pueden dar por diferentes tipos de tensiones.RELACIÓN CABEZA- PELVIS:
La polaridad de la pelvis es el cráneo.Los huesos de la pelvis son: iliacos, sacro, articulación de las caderas y las dos últimas lumbares.
Las articulaciones de la pelvis son: sacroilíacas, caderas, sacro-L5-L4 y la sínfisis púbica.
En la cabeza tenemos el hueso hiodes que está suspendido y sujeto por músculos y que no se articula y tenemos más abajo el esternón. Se relacionan con la sínfisis púbica.
El único hueso que cruza en sentido horizontal es la mandíbula, que termina en las articulaciones ATM (articulación entre el hueso temporal y la mandíbula). Estas articulaciones se relacionan con las caderas. Por detrás, el sacro se relaciona con el occipital. Y los huesos ilíacos, con los huesos temporales de la cabeza.
Las meninges son los tejidos que envuelven el tejido nervioso central y son inelásticas, por lo tanto, cualquier fuerza que hay en uno de sus extremos se transmite al otro extremo.
Esto me lleva a la relación pelvis - cuello – cabeza: Si muevo el sacro, muevo el occipital, cuando abro las mandíbulas muevo las caderas y cuando muevo la cara, muevo los iliacos.
Sólo puedo llevar peso en la cabeza si muevo las caderas.
Generalmente, problemas en las rodillas y caderas tienen que ver con problemas en las mandíbulas. La salud del cuello depende mucho de la salud de la pelvis y de cómo mueva las caderas.
La vida sedentaria pone la pelvis en retroversión haciéndome perder la lordosis lumbar, es el gesto del plof. Con este gesto del plof, se contrae el cuello para compensar y se hunden mis hombros.
Para establecer la buena relación cabeza - sacro, necesitamos liberar cada segmento entre ambos puntos, hacerlos funcionales, autónomos y coordinarlos ente sí.
Fuentes: CARMELA VALERO
SADHANA
ESCUELA DE FORMACIÓN
Muy interesante, no se menciona pero para la parada de mano alguna relación que se pueda hacer o modificación entre pelvis cabeza y mandíbula
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