La palabra “Upanishad” esta formada por la combinación de tres palabras -“Upa” que significa “próximo”, “ni” que significa “debajo” y “shad” que significa “permanecer sentado”. Por tanto, “Upanishad” significa, “permanecer sentado junto a.... (el Guru, para recibir sus enseñanzas)”.
Estos conforman las escrituras o escritos sagrados Hindúes, y tratan acerca de la naturaleza de Dios y el universo, de la meditación y filosofía.
Los upanishads, escritos en sánscrito, son parte de los Vedas, o textos principales del hinduismo escritos en la antigua India (alrededor de dos mil años A.C.); se han transmitido por el tiempo a través de la tradición oral, como solía hacerse en la antigüedad, de maestro a discípulo.
La tradición habla de que los Vedas no fueron precisamente compuestos, sino que fueron revelados a
los Rishis o videntes védicos.
Muchos eruditos consideran que son el conjunto de escritos más antiguos de los que se tiene conocimiento, o sea entre aquellos que han sobrevivido el paso del tiempo.
Se distingue a los upanishads del resto de los escritos ya que estos son más bien reflexiones místicas o espirituales de los Vedas, una discusión a fondo acerca de su significado más íntimo, y por ello son también conocidos como Vedanta, que quiere decir el fin o la culminación de los Vedas”.
Los Upanishads son las partes finales de los Vedas y se hace referencia a ellos como Vedanta. La palabra “Vedanta” es una composición de las dos palabras en sánscrito “Veda” y “Anta (final)”. Así pues Vedanta hace referencia a la filosofía ofrecida por los Upanishads.
Estas escrituras pertenecientes al “corpus” védico, exponen la metafísica del no-dualismo (Advaita Vedanta) y se consideran la última fase de la revelación védica (shruti).
Los títulos de las Upanishads son en su mayoría intraducibles pues en algunos casos estos son simplemente la primera palabra del texto (Kena, Isa) y en otros el nombre de la escuela védica que los patrocinó (Taittiriya, Maitrayaniya) o del sabio que los enseñó (Aitareya, Kausitaki, Katha,Svetasvatara).
Otros títulos podrían, sin embargo, verterse al español. Así, Brihad-aranyaka es la Upanishad del “Gran Bosque”, Chandogya la del “Cantor del Sama Veda”, Prasna la de la “Pregunta” y Mundaka la “Liberadora”.
El tema dominante en las Upanishads es el de Brahman, un principio neutro y absoluto, que abarca todo el universo y que no puede definirse con palabras, pero que puede ser intuido mediante un lenguaje poético y las explicaciones de un maestro.
En estos textos lo importante no es la acción sino la gnosis, la percepción de la unidad entre el individuo y el todo, la comunión espiritual con Brahman. En su búsqueda de lo absoluto, los sabios de las Upanishads especularon sobre el destino final del hombre y la naturaleza de la realidad discutiendo ideas y creencias nuevas que pesarían mucho en el pensamiento indio,entre ellas:
1. la reafirmación de un ente individual que perdura después de la muerte (atman)
2. la de la reencarnación del alma o transmigración
3. la influencia positiva o negativa de los actos en vidas futuras (karma)
4. la de una realidad constituida por una jerarquía de principios psico-físicos
5. la teoría de los gunas, las tres “hebras” o cualidades de la materia
6. la correspondencia de los estados de conciencia con AUM, locución sagrada y símbolo de Brahman
7. en la Svetasvatara, la encarnación de Brahman en un dios personal (Rudra-Siva)
De acuerdo a la tradición, existen más de doscientos Upanishads, pero se consideran solo a once como los principales, debido a que estos son los comentados por Shankara, el maestro y filósofo responsable de consolidar las bases de la escuela de pensamiento no dualista Vedanta, o Advaita Vedanta.
Dada su profundidad y elevado tono filosófico, los Upanishad son la base de la religión hindú, y de disciplinas como el yoga, la meditación y otras formas de prácticas contemplativas.
Los upanishads han servido de inspiración para filósofos y contempladores tanto de Oriente como de Occidente, y es clara su influencia en personajes como Ramana Maharishi, Sri Aurobindo, Carl Gustav Jung y Ken Wilber, entre muchos otros. Es importante destacar que Wilber ha sido de gran influencia en lo que se refiere al estudio de la conciencia en occidente.
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